James Montgomery

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    Información biográfica

  1. Ángeles de alta gloria (Trad. de George P. Simmonds)
  2. La oración (Trad. de Miguel Antonio Caro)
  3. La separación (Trad. de Miguel Antonio Caro)


Información biográfica
    Nombre: James Montgomery
    Lugar y fecha nacimiento: Irvine, North Ayrshire, Escocia, 4 de noviembre de 1771
    Lugar y fecha defunción: Sheffield, Inglaterra, 30 de abril de 1854 (82 años)
    Nacionalidad: Escocés
    Ocupación: Editor, escritor, poeta
Estuvo involucrado en temas humanitarios como la abolición de la esclavitud, entre otros.

Fuente: [James Montgomery] en Wikipedia.org

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    Ángeles de alta gloria
      (Traducción de George P. Simmonds)

      Ángeles de alta gloria,
      Vuestras voces levantad,
      Cristo ya nació, la historia
      Pronto a todos proclamad.

      Adoremos, adoremos al recién nacido Rey.

      Los pastores vigilando
      Sobre su ganado están;
      Dios en Cristo ya habitando
      Con los hombres, mirarán.

      Sabios, las meditaciones
      Todas pronto abandonad;
      Al Deseado de naciones
      En pesebre vil mirad.

      Los que a Cristo reverentes
      Esperando verle están;
      En su templo, muy fervientes
      Contemplarle allí podrán.
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    La oración
      (Traducción de Miguel Antonio Caro incluida en el libro Traducciones poéticas, 1889)

      La oración es voz del alma,
      Ya palabras lleve o no,
      De una llama que arde oculta
      Generosa vibración.

      Un suspiro que se exhala,
      Una lágrima de amor,
      La mirada que elevamos
      Cuando vemos solo a Dios.

      De la fe vital aliento,
      Familiar inspiración;
      Lo primero, lo más dulce
      Que el infante balbució.

      Salvaguardia del que deja
      Este valle de dolor;
      Llave de oro que le abre
      Serenísima región.

      El clamor regocijado
      Del que al vicio dijo adiós;
      El incienso que en sus alas
      Lleva el ángel al Señor.

      En palabras, mente y obras
      Los que ruegan uno son,
      Y en su gremio los iguala
      El divino Redentor.

      Y no es sólo de la tierra
      La virtud de la oración;
      Quien nos ama desde el cielo
      Intercede allá por nos.

      ¡Oh Verdad, Camino y Vida,
      Ejemplar de perfección!
      ¡Buen Jesús! A orar enseña
      Al contrito pecador.

      Cual rodando van los ríos
      Hacia el mar, así veloz
      Huye el tiempo y yace el hombre
      En letárgico sopor;

      Yace el hombre, hasta que suene
      La final trompeta, y ¡oh!
      ¡Cuál será el crujir del orbe!
      ¡Cuál la horrenda convulsión!

      ¡Guarda, guárdame, Dios mío,
      Mientras pasa tu furor,
      Y a mis súplicas concede
      La esperanza del perdón!
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    La separación
      (Traducción de Miguel Antonio Caro incluida en el libro Traducciones poéticas, 1889)

      Vase un amigo, y otro, y otro luego:
      No hay vínculo suave
      Que en esta vida, ajena de sosiego,
      Con el morir no acabe.
      Si aquí tuviese término el camino,
      Fuera mísero asaz nuestro destino.

      Por cima de este valle de dolores,
      Allá, en región serena,
      No marchitan los años voladores
      La vida siempre llena;
      Ni son cual meteoros fugitivos
      Los afectos allá, mas siempre vivos.

      Por cima de este mundo hay otro mundo
      Que ausencias no conoce;
      Eternidad de amor santo y profundo
      Que es de los buenos goce.
      La Fe ha visto al que muere alzar el vuelo
      Y allá fijar las anclas de su anhelo.

      Así una, y otra, y otra, en mar lejana
      Se ocultan las estrellas,
      Y más y más se enciende la mañana;
      ¿A do se fueron ellas?
      No las agobia adversa pesadumbre;
      Envueltas van en piélagos de lumbre.
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