Charles Millevoye

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    Información biográfica

  1. La caída de las hojas (Trad. de Miguel Antonio Caro)


Información biográfica
    Nombre: Charles Hubert Millevoye
    Lugar y fecha nacimiento: Abbeville, Somme, Francia, 24 de diciembre de 1782
    Lugar y fecha defunción: París, Francia, 12 de agosto de 1816 (33 años)
    Ocupación: Traductor, escritor, poeta
Fue conocido en su época por su poesía, mezcla de reminiscencias clásicas y estilo sentimental. Su segundo libro de poesías Elegías (1811) fue su obra más talentosa. Escribió sobre todo elegías, siendo una de las más famosas La caída de las hojas.

Fuente: [Charles Millevoye] en Wikipedia.org

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    La caída de las hojas
      (Traducción de Miguel Antonio Caro incluida en el libro Traducciones poéticas, 1889)

      Con despojos de la selva
      Cubrió otoño la campiña;
      Perdió el bosque su misterio,
      Ruiseñores ya no trinan.

      Y un mancebo moribundo,
      Lento el pie, vagar se mira
      Recorriendo la floresta
      Otro tiempo tan querida.

      "¡Adiós, dice, bosque amado!
      En tu duelo mi ruina
      Voy leyendo, y cada hoja
      Al caer, mi fin avisa.

      "Tal me anuncia de Epidauro
      Triste oráculo: Tu vista
      Otra vez, y vez postrera,
      Gozará la pompa umbría

      "De los árboles. La noche
      Pavorosa se aproxima;
      Más que otoño macilento,
      A la tumba el cuerpo inclinas;

      "Y la hierba de los campos,
      Y la vid de la colina,
      Verán, antes que se agosten,
      Tu temprana edad marchita.—

      "¡Yo me muero! Helado soplo
      He sentido. Mi florida
      Primavera asoma y huye,
      Y el invierno llega aprisa.

      "Breves flores me adornaron,
      Arbolillo fui de un día,
      Y entre lánguidos verdores
      Ningún fruto dio mi vida.

      "¡Vuela, pues, a tu destino,
      Hoja efímera; y no aflija
      Las miradas de una madre
      La mansión que me reciba!"

      Dice, y vase, y para siempre;
      Que sus hados ya adivina
      La postrera débil hoja
      De las ramas desprendida.

      Sepultáronle a la sombra,
      A la sombra de una encina:
      Solitaria está su tumba,
      Madre amante la visita;

      E interrumpe con sus pasos
      El pastor, si allá los guía,
      El silencio de aquel valle
      Donde el túmulo domina.
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