Juana Rosa de Amézaga

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    Información biográfica

  1. Al despertar
  2. Armonías
  3. A una amiga que envidia a los poetas


Información biográfica
    Nombre: Juana Rosa de Amézaga
    Lugar y fecha nacimiento: Perú, 1853
    Lugar y fecha defunción: Perú, 1904 (51 años)
    Ocupación: Escritora, poeta
Era hermana del también escritor y poeta Carlos Germán de Amézaga.

Fuente: [Juana Rosa de Amézaga] en Wikisource.org

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    Al despertar
      Dejan las aves el nocturno abrigo
      De las vecinas y coposas frondas,
      Y con sus trinos de placer adulan
      A la naciente y sonrosada aurora.

      Engastadas en nítido rocío,
      Bellas se ostentan las gentiles rosas,
      Y envidiando su aroma delicioso,
      Lucen sus galas las cucardas rojas.

      Cerca se escucha el majestuoso ruido
      Que hacen del mar las bullidoras olas,
      Y al retirarse, cual de blancas perlas,
      Con sus espumas las riberas bordan.

      ¡Oh! ¡Cuánto goza en este cuadro el alma
      Si lo contempla recogida y sola!
      Y Dios parece que al oído le habla
      En tan solemne y apacible hora.

      Para la mente que inquietud agita,
      Es lo que fresca, deliciosa copa,
      Para el enfermo que la fiebre siente,
      En sus entrañas y abrasada boca.

      Mi amante pecho dilatarse siento
      Viendo, Señor, de tu poder las obras;
      Y al contemplarlas con filial confianza,
      Mi humilde labio tu grandeza adora.
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    Armonías
      Hay armonía entre las almas puras
      Que el bien practican, ignorando el mal,
      Y gustan de la vida las dulzuras
      Sin mezcla de lo ruin y material.

      Hay armonía entre las artes bellas
      Y el humano sensible corazón
      Que se retrata y reproduce en ellas
      Su rica y elevada inspiración.

      Hay armonía entre el valor heroico
      Y la abnegada superior virtud
      Que sacrifica con valor estoico
      Placeres, ambiciones y quietud.

      Armonizan del rostro la belleza
      Y del alma la plácida bondad,
      Formando con su gracia y su nobleza
      Los lazos de purísima amistad.

      Son armoniosos los alegres trinos
      Que las aves entonan con placer
      Y los bellos celajes purpurinos
      Que rodean la aurora al renacer.

      Hay armonía entre la fuerza inmensa
      Del insondable, bullicioso mar,
      Y la potencia incalculable, intensa
      De la cabeza en su tenaz pensar.

      Hay armonía entre las gayas flores
      De corta vida y delicioso olor
      Y los gratos ternísimos amores
      Que viven lo que aromas en la flor.

      Armonizan también la noble ciencia
      Buscando sin descanso la verdad,
      Y la recta, austerísima conciencia
      Condenando sin tregua la maldad.
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    A una amiga que envidia a los poetas
      ¿Sabes la suerte de los que cantan
      Goces y penas del corazón?
      Son hortelanos que un huerto plantan,
      Do jamás gustan fruto en sazón.

      Son peregrinos que nunca encuentran
      En su camino dicha ni paz,
      Y dondequiera que habitan o entran,
      Ven la injusticia de torva faz.

      Viven buscando luz y consuelo,
      Viven ansiando grandeza y bien;
      Pero sólo hallan en este suelo
      Duras espinas para su sien.

      Nadie comprende los sinsabores,
      Que para ellos en todo están;
      Aunque regando de bellas flores
      Siempre un camino de abrojos van.

      No los envidies: tú eres dichosa
      Sin ese triste, nulo poder
      Con que ellos cantan la dicha hermosa
      Que nunca llegan a poseer.
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