Cecilio Acosta

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    Información biográfica

  1. La gota de rocío
  2. Madrigal


Información biográfica
    Nombre: Cecilio Acosta
    Lugar y fecha nacimiento: Miranda, Venezuela, 1 de febrero de 1818
    Lugar y fecha defunción: Caracas, Venezuela, 8 de julio de 1881 (63 años)
    Ocupación: Abogado, periodista, filósofo, humanista, escritor, poeta; redactor del Código Penal de Venezuela
Es recordado por Blanco Fombona con la siguiente aseveración: "... ¿Por qué merece especial recordatorio Cecilio Acosta? Cecilio Acosta merece especial recordación porque fue uno de los mayores prosistas de la lengua castellana en todos los tiempos, porque fue pensador osado, gran jurisconsulto, espejo de rectitud y paradigma de virtud ciudadana..."

Fuente: [Cecilio Acosta] en Wikipedia.org

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    La gota de rocío
      "No hay brillo como el mío
      (Dijo ufana la gota de rocío
      Al verse aclamar bella
      En medio al campo en que el ornato es ella),
      Ni quien cual yo, galana,
      Sea orgullo y primor de la mañana.
      En globo pequeñuelo,
      Sobre hoja que ya dora
      La prima luz de la rosada aurora,
      Soy breve suma del fulgor del cielo
      Que, en vastos horizontes,
      Se ve en valles lucir, y se ve en montes.
      Y soy también, para mayor decoro
      De mi almo origen y mi cuna de oro,
      Delicado vapor que en ondas sube,
      Llega tal vez a la flotante nube,
      Tal vez instable de la altura baja
      Y en el aire suspenso en perla cuaja.
      Bordo a veces las flores
      Para de ellas beberme los colores,
      Y en formas mil distintas,
      Cada cual de por sí fijable apena
      En el mudar de la movible escena,
      Del iris tomo las variadas tintas.
      El aura me regala
      Con los aromas que el vergel exhala,
      Y, por verme temblar, con ala leve
      Jugando me conmueve.
      Yo nazco con el día,
      Tengo palacio en la arboleda umbría,
      Y en aguas bellas de matiz cambiante,
      Ya semejo al cristal, y ya al diamante."
      Así la gota en su discurso ciego,
      A tiempo que de ráfaga impelida,
      De la hoja desprendida,
      Llegó a caer y disiparse luego:
      Tal vi una vez en mi jardín acaso;
      Y prueba así este caso,
      Que el mundano esplendor es de un momento,
      La vida nada, y el orgullo viento.
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    Madrigal
      Echó de menos la Aurora
      Una vez su luz que dora,
      Y como día tras día
      Pálida siempre salía,
      Dando quejas lastimosas,
      Lloró perdidas sus rosas,
      Y en encontrarlas se aferra
      Corriendo cielos y tierra...
      Delia, ya sé que es robado
      El esplendor con que brillas,
      Y que la Aurora ha encontrado
      Sus rosas en tus mejillas.
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